Puesta de sol

Un mal día, con final feliz

Lunes 17 Diciembre 2012

Sentado en la orilla del mar, el agua acariciándome las piernas mientras subía y bajaba la marea, jugueteando con la arena mojada de mi alrededor, esperando a que el sol caiga, y que por fin acabe este asqueroso día.

Hoy nada me había salido bien, ha sido un día horroroso, podía decirse que hoy ha sido el peor día de mi vida. No se por qué, pero ha sido un muy mal día, la tristeza me invadía, hoy la he liado mucho, espero que mañana sea un nuevo día y se pase todo, se arregle, y la gente a la que he hecho daño, no me guarde rencor, sobre todo ella.

La he hecho daño, no tenía que haber actuado de esa manera, ni la tenía que haber dicho lo que la dije, pero no era consciente de que la estaba perdiendo, por eso decidí apartarme a un lugar vacío, donde sabía que no habría nadie, aqui en invierno nadie viene a la playa, con el frío que hace, quería apartarme a pensar, y a ver caer el sol, ver acabar este día que tantos problemas me había dado.

Mientras esperaba, ya casi caía el ocaso, miraba al horizonte, y el cielo poco a poco cambiaba de un color azul, a un color rojizo, alguien se sentó a mi lado, no estaba pendiente de quien era, porque tenía la cabeza en otro lado.

Yo seguía a lo mio, sin mucha intención de averiguar quien sería aquella persona, solo quería que llegara ese momento, en el que el sol dejara el cielo, y entrara ya la noche.

Aquella persona, se acercaba a mi, como si quisiera algo de mí, así que por fin giré la cabeza, para ver el rostro de esa persona que, como yo, había bajado a la playa. Para mi sorpresa, era ella, mi amor, mi vida, la razón de todas mis dudas, mis comederos de cabeza, la chica que mas quería, y que estoy dispuesto a cambiar por ella, no puedo cambiar lo que he dicho, hecho, pero si me perdonara, no lo volvería a hacer jamas, no volvería a fallarla, empezaríamos de cero.

Se puso a mi lado, sus ojos estaban húmedos, y de repente me abrazó, y me dijo que ella también se había equivocado, que los dos teníamos parte de culpa, y que la gustaría volver a empezar, que no podía soportar que yo cargara con toda la culpa, y que todos necesitábamos una segunda oportunidad. Los dos en ese momento, intercambiando miradas, soltando alguna que otra lágrima, nos dimos otra oportunidad, quisimos olvidar lo ocurrido, y abrir otro capitulo en nuestra historia, y por fin ella, se acerco más y me besó, y yo que había estado toda la tarde esperando, me perdí, la puesta de sol