Resulta que un dia, junto a mi mejor amigo, en el palacio de deportes de Madrid, me fijé en cierta rubia, un tanto mona. Yo no tenía ninguna intención de conocerla, tampoco me hubiera importado, pero el caso es que me fijé en ella, iba muy guapa.
Mi amigo, me abandonó por un momento, y en ese momento, me encontraba solo, en medio de la pista, con mucha gente pasando por ahí, pero cuando ya parecía que no quedaba nadie, me giré y la vi allí, a unos pasos de mi, una rubia con ojos verdes, la miré, y di unos pasos para atrás como el que no quiere la cosa... Ella me siguió, pero cuanto mas se acercaba, mas retrocedía yo. Así estube, durante unos minutos, asta que llegó la hora de irse.
Cuando ya estaba de camino a casa, estuve pensando en ella, no sé por qué, pero me arrepentí de no saludarla, de no saber su nombre, ni de dónde era.
Pasaron los días, y todo era normal, no volvió a aparecer esa chica de ojos verdes, no volví a recordar ese instante en el que no me atreví a conocerla, y no pensé en volver a verla. Pero algo quiso que mi deseo de hablarla creciera, y las ganas de volver a verla también Un día como otro normal, miraba las novedades de mis amigos, en tuenti, y la ví. Ese rostro, esos ojos, ese pelo, me eran familiares, los había visto en otra parte, y de repente, esos recuerdos se apoderaron de mi mente, como si hubiera sido ayer cuando la ví. La busqué y la busqué, esa cara que estaba en mi memoria, pero que no tenía nombre, por fin lo tuvo, pude averiguar su nombre, y tambiem logré averiguar el lugar donde vivía. Me pillaba un poco lejos, bastante lejos, muy lejos. Y mi contacto que la conocía, tampoco es que tuviera tanta confianza como para quedar un día por ahí, para conocerla. Han pasado varios años ya, y aun que ese recuerdo, y esa chica, no ronden por mi cabeza, esta anécdota es una de las favoritas entre mi gran amigo y yo.
SL, Tomelloso, Ciudad Real.
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